El primero es por aquel a quien quise y se desvaneció por un infarto. Este vacío ha vivido conmigo durante mucho tiempo, es el vacío de escuchar, ver, imaginar o incluso coincidir con algo que me trae su recuerdo a la memoria; no creo superarlo tan fácil, le extraño. A veces cuando camino por las calles me doy cuenta que mi mano no se encuentra del todo cerrada, pareciera que camino agarrando la mano de una persona invisible para mi o para cualquiera, y no puedo evitar recordar el tacto de aquella mano tan cálida  tan áspera, pero reconfortante. A veces no puedo evitar despejar mi rostro de los mechones de cabello que le cubren, poseo el mismo rostro de esa persona, haciendo determinadas caras y tomando determinado peinado con el gel de mi hermano, me doy cuenta que lo miro atravez del espejo. A veces cuando me enfermo de gripe o me duele mi cuerpo, no puedo evitar oler a chocolate caliente inexistente en ese momento, aquel olor es un fragmento de memoria cuando aquella persona me cuidaba hasta tarde haciéndome chocolate caliente para que me sintiera mejor. A veces al escuchar música de Valentin Elizalde, recuerdo aquel momento en el coche cuando al llevarme a la escuela sonaba esa canción mientras el me contaba sobre el tumor que se había desarrollado en su cabeza. A veces cuando nadie me observa en mi casa, no puedo evitar buscar una camisa que tengo de él y abrazarla tratando de encontrar el cuerpo de aquella persona para recibir de regreso un abrazo. A veces me siento triste cuando voy a fiestas porque esa persona amaba las fiestas y divertirse bailando sin alguna muestra de vergüenza. A veces cuando compran fruta y entre la fruta veo papaya, no puedo contenerme a recordar que esa era de sus frutas favoritas y que cuando me molestaba yo le decía que tenía cara de papaya. A veces cuando siento que subo de peso, es difícil no recordar cuando aquella persona me decía Elefanta o Barrilito y yo le contestaba diciéndole Hipopotamo o Panza Alegre. A veces cuando veo tarros de cerveza, recuerdo aquella vez que esa persona se disculpo por su vicio y me ofreció un abrazo de arrepentimiento. A veces cuando hace calor, el recuerdo de varias vacaciones en la playa y el amor que tenía por el mar al nadar, me acecha; aquella persona disfrutaba de la natación, su blanca sonrisa albergaba inocente dicha. A veces hay tantas cosas que me lo recuerdan, es por eso que:
Odio estar por las calles sola.
Odio tener la frente despejada y prefiero estar despeinada.
Odio enfermarme por lo cuál tomo mucha vitamina C evitando caer en cama.
Odio enfermarme por lo cuál tomo mucha vitamina C evitando caer en cama.
Odio escuchar a Valentin Elizalde o a cualquier otro cantante/grupo de ese estilo.
Odio dormir en mi habitación, me quedo a dormir en casa de mis abuelas.
Odio ir a fiestas y preferiría no bailar.
Odio la papaya.
Odio subir de peso, mi rostro se asemeja más al de él.
Odio el alcohol, lo detesto.
Odio el calor y preferiría no practicar natación si puedo evitarlo.
Hay muchas cosas que decidí odiar, si recuerdo demasiado, no estoy segura de recuperarme de una depresión.
El segundo vació fue inesperado.
Yo creí que no extrañaría a nadie tanto como a la primera persona, pero asumo que estaba equivocada, hay una persona que al irse por poco tiempo, se ha quedado hasta el final de mi vida en mi ser.
A veces sólo necesito verlo para sentirme mejor, extrañamente disipa mis malos pensamientos.
A veces cuando le escucho hablar me doy cuenta que me gustaría que no necesitáramos dormir para seguir escuchando.
A veces me doy cuenta que intenta ser fuerte y eso me da el coraje necesario para serlo también.
A veces siento que una sonrisa suya puede hacer que mi forma de ser cambie completamente para bien.
A veces no entiendo como es que aunque estoy triste me saca una sonrisa.
Sólo quisiera ser de más ayuda para él, yo se que es difícil estar lejos (él estará lejos de su país por 1 año), pero yo se que hará muy buenos amigos y conocerá nuevos lugares. Me resulta realmente dulce la idea de que su mundo crezca un poco más. Cada paso que realiza lo aproxima a sus sueños, estoy realmente feliz. Lo extraño y quisiera abrazarlo para sentir que este segundo vació se cierra, pero aun no es tiempo, sonrió al imaginar su regreso, seguramente cuando le abrace a su llegada, sera el mejor abrazo de mi vida.
Sólo quisiera ser de más ayuda para él, yo se que es difícil estar lejos (él estará lejos de su país por 1 año), pero yo se que hará muy buenos amigos y conocerá nuevos lugares. Me resulta realmente dulce la idea de que su mundo crezca un poco más. Cada paso que realiza lo aproxima a sus sueños, estoy realmente feliz. Lo extraño y quisiera abrazarlo para sentir que este segundo vació se cierra, pero aun no es tiempo, sonrió al imaginar su regreso, seguramente cuando le abrace a su llegada, sera el mejor abrazo de mi vida.
El primer vació no puede ser llenado, pero me doy cuenta que su tamaño a disminuido, ya no es por completo mi mundo, hay más estrellas que me ayudan a recuperar esa luz que dejo la estrella fugaz.
Además siempre queda la hermosa luna llena, acompañada del hombre de la luna.